Nada tienen que ver las sillas de ruedas de hoy en día con respecto a
aquella primera silla de ruedas que utilizó el rey de España Felipe II
hacia finales del siglo XVI.
Las más modernas de hoy en día son eléctricas, impulsadas por motores
de 4 a 5 amperios recargables, manejadas por medio de un joystick y
paneles de control donde se puede configurar la velocidad, posición del
respaldo, del reposapies, etc. Incluso hay modelos que tienen frenos
ABS.
Pero es indudable que la ciencia sigue avanzando a ritmo exponencial y no está lejos el día que personas con movilidad reducida puedan disfrutar de la vida casi tanto como el resto de personas gracias en parte a la robótica.
No hace mucho apareció en diversos medios un invento bastante
peculiar. Se trataba de un exoesqueleto que permitía andar a personas
que no podían hacerlo. Si encuentro el enlace os lo pondré. Era algo
lento y le faltaba mucho por desarrollar pero es un inicio.
En este blog habíamos visto una silla de ruedas que se podía manejar con el mando de una Wii. Y también aquellos bonitos robots de transporte de Honda.
Pero lo que os muestro hoy es un evolución de la silla de ruedas eléctrica que ya tenemos en nuestros días.
Hay por ahí alguna otra silla que están tratando de desarrollar en la
Universidad de Florida del Sur que trata de ser controlada por la
mente. Es lo que se llama Brain Computer Interface (BCI) y se intenta
desarrollar en diversos ámbitos. Incluso para conducir vehículos o
pilotar aviones.
Esta no es tan avanzada pero puede suponer grandes ventajas. Esta
silla utiliza un sensor para mantenerse a cierta distancia de la persona
a la que tiene que seguir. Es capaz de detectar ha cia donde se va a
dirigir intentando adivinar su próximo cambio de dirección. Lo hace
fijándose en la dirección a la que apuntan los hombros de esa persona.
Esta silla está actualmente siendo probada en centros de salud donde
muchas veces no hay bastante personal para empujar una silla de ruedas.
Con sillas de este tipo, una solo cuidador puede hacerse cargo de hasta
cuatro sillas que le seguirán sin chocar entre ellas.
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